Quizás lo que me atrapó de inmediato de este libro fue la perturbante similitud del papá del protagonista con mi propio padre, eso o la excelente receta de hacer Bloody Mary's. Y sÃ, quizás no deberÃa de estar comparando a mi padre con "el marques", pero de cierta manera sentà que leÃa la historia de él en un universo paralelo, o quizás mi propia historia en un universo paralelo, donde soy hombre y manejo un mustang rojo que choco con una vaca.
Lo más curioso es que este libro llegó a mà cuando me encontraba trabajando la relación con mi papá y curiosamente, me ayudó a entenderlo un poco más. Pero quizás más que a entenderlo, me hizo comprender que somos nuestros padres y que está en nosotros no cambiarlos y sufrir porque no nos quieren como queremos que nos quieran, si no aceptarlos y aceptar el amor que pueden darnos. Trabajar en esta relación con ellos mientras aún siguen vivos, desintegrando lo que queremos aceptar y abrazar y lo que no, para asà transmutarlo.
L.M. Oliveira te atrapa con su lenguaje y su excelente atención al detalle. Además de que despierta en tu un cierto morbo por todas las situaciones que presenta, desde espiar a la hermanastra mientras se baña, hasta estar amarrado con una cadena de perro a un poste.